Oasis resucita en Cardiff: un regreso “bíblico” tras 16 años

El pasado 4 de julio, Oasis volvió a pisar un escenario luego de 16 años en una noche que quedará grabada en la historia del britpop.

Liam y Noel Gallagher, los emblemáticos hermanos que se distanciaron dramáticamente entre golpes y gritos por allá en 2009, emergieron juntos en el Principality Stadium de Cardiff, de la mano y alzando los brazos, desatando una ovación inmediata de parte de los más de 74 500 asistentes.

El concierto arrancó a las 20:15 con “Hello”, tema que no tocaban en vivo desde 2002. La energía fue “bíblica”, como la describieron los asistentes: un estruendo sonoro que reverberó bajo el techo retráctil, amplificando cada acorde y convirtiendo el estadio en una catedral del rock.

Con un formato extenso de 23 canciones, la banda repasó sus mayores éxitos, desde “Acquiesce” y “Morning Glory” hasta himnos como “Supersonic”, “Cigarettes & Alcohol” y “Live Forever”. En este último tema, se proyectó una emotiva imagen del futbolista Diogo Jota, fallecido días antes, motivo de fuertes aplausos.

Oasis resucita en Cardiff: un regreso “bíblico” tras 16 años

No faltaron “Don’t Look Back in Anger”, “Wonderwall” y el épico cierre con “Champagne Supernova”, que selló una noche inolvidable.

Aunque mantuvieron una actitud firme y sin grandes gestos afectivos, el gesto simbólico al final —un choque de hombros y medio abrazo al cerrar su último tema— fue suficiente para conmover al público. Como dijo un crítico, “no dijeron mucho, pero ese abrazo lo dijo todo”.

Se notó también una estrategia de distanciamiento: se alojan en hoteles separados y evitan eventos sociales post-show, para preservar esta energía renovada sin fricciones.

Durante el show, Liam no dudó en bromear con los precios vertiginosos de reventa y “dynamic pricing” —algunos tickets alcanzaron decenas de miles de libras— preguntando al público "¿valió la pena pagar £40 000?". Fue una punzada irónica muy celebrada entre fanáticos y prensa.

La crítica especializada fue unánime: cinco estrellas en The Independent, The Guardian, NME y The Telegraph. Describieron la noche como un “momento cultural del año”, un “triunfo”, y un espectáculo “magicamente, agotadoramente eufórico”.

La mezcla de nostalgia ochentera–noventera con la participación de nuevas generaciones fue destacada por su fuerza intergeneracional.

Los fans en redes sociales lo vivieron en varios niveles. Algunos lo compararon con “el regreso de Jesús” o directamente lloraron de emoción al ver a los hermanos reconciliados. Un eco generacional: padres que reviven su juventud junto a hijos que descubren el poder de Oasis por primera vez.

Tras este histórico inicio, el tour continuará con una segunda noche en Cardiff y seguirá por ciudades emblemáticas: Manchester, Londres, Dublín… luego cruzará a Norteamérica, Sudamérica, Asia y Australia, cerrando en Sao Paulo en noviembre.

En definitiva, lo ocurrido en Cardiff es mucho más que un concierto: fue una celebración colectiva, una reconciliación pública y una reafirmación del poder duradero de la música de Oasis. Sin alardes ni fuegos artificiales descomunales, solo ellos, sus guitarras, y la comunión con un público que sintió que, por una noche, el gran movimiento britpop volvió a estar vivo.


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